Por su interés reproducimos íntegro el discurso
de Nazario Medina que refleja el pensar de los
masones frente al estadista Benito Juárez
NAVOJOA, Sonora, marzo 21 de 2011.- Ante el desmantelamiento del estado republicano y laico, rescatemos al hombre de la Reforma… Ante las frecuentes estocadas de los enemigos de las libertades, que no han podido desvirtuar la obra juarista, pugnemos por preservarla, enriquecerla y ponerla en práctica.
Queridos hermanos miembros de la Logia Simbólica Francisco A. Byerly número 12, honorables miembros de Cabildo, distinguidos asistentes, buen día.
Grande y preclaro emerge ahora el pensamiento de Juárez y su proyecto de nación…Cobran vigencia ahora más que nunca, sus leyes de reforma por las 500 enmiendas a la Carta Magna, encaminadas a direccionar las ideas conservadoras y reaccionarias de los mismos intereses que estaban bien arraigados y fortalecidos en la época post independencia.
Las precarias condiciones actuales de la vida en el campo y la ciudad reciclan la dinámica de los regímenes feudales del Siglo XIX, que todos creyeron haber desterrado con las revoluciones libertarias europeas y americanas, cuna de la idea más sugestiva de nuestro tiempo, de que la modernidad surgía como fruto del progreso.
Focalizando a México en este proceso, donde peninsulares, criollos y castas, agudizaban sus históricas contradicciones, hallamos en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el parto de Brígida García, en marzo 21 de 1806, lugar donde nació el ilustre y poderoso hermano masón Benito Juárez.
Nació Juárez cuando los próceres de nuestra independencia planeaban la revuelta, cuando España se aferraba a sus posesiones coloniales, cuando a los indígenas les estaba negado el derecho al habla castellana y a la más elemental educación.
Bien describe a Juárez el poeta Carlos Pellicer: Sobria de barro indígena la verdad de tu vida… Tuvo niñez de espiga y maduró en maíz… Ganaste tu destino por la oveja perdida… Y le diste a los árboles una nueva raíz.
En auge estaba el gobierno centralista de Santa Ana, cuando Juárez es electo regidor del ayuntamiento de Oaxaca a los 25 años de edad… A los 27 ya era diputado local del mismo estado y a los 28 magistrado.
Prevalecían entonces en la incipiente república, el Partido Escocés, que buscaba la centralización del poder y el predominio de las clases privilegiadas y el Partido Yorkino, cuya bandera era la libertad y el progreso.
A este último se alineó nuestro hombre y ejerció cabalmente sus principios… Ideas que expuso públicamente y que le costaron su encarcelamiento varias veces… San Juan de Ulua, Europa, La Habana y Nueva Orleans, son aun mudos testigos del confinamiento de Juárez.
Hay que seguir la lucha con lo que podamos y hasta donde podamos, decía a su reducido círculo político Benito Juárez, cuando sus enemigos lo acorralaban para arrebatarle por la fuerza los poderes de la nación.
Los objetivos del zapoteca de Oaxaca, no fueron llegar al poder por el poder… fueron cimentar las bases del nuevo México, aquel México concebido por Hidalgo y Morelos.
Así delineó su lucha Juárez llegando a la gubernatura de Oaxaca y posteriormente a presidente de la República, donde aterrizó su proyecto de hacer un país republicano, federal, democrático, popular y representativo.
Dicen mentiras los que ahora afirman desde elegantes púlpitos que Juárez era ateo… El hombre de la Reforma creía en Dios, lo mencionaba como el Gran Arquitecto del Universo.
El benemérito estaba en contra del abuso desmedido del clero cupular, que se inmiscuía, como lo hacen ahora impunemente, en asuntos que solo le conciernen al estado.
La iglesia católica controlaba el registro de nacimientos, matrimonios y muertes; decidía los lugares donde los muertos deberían ser enterrados, claro, de acuerdo a su posición social.
Contra esto actuó el presidente Juárez con sus leyes de Reforma, destruyendo el poder económico y político del clero católico, desamortizando sus fincas rústicas, obtenidas por agio o donaciones, reduciendo la autoridad de los jefes eclesiásticos y pasando al estado sus funciones civiles hasta ése entonces intocables.
Bajo la premisa de que los derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones sociales, todavía, y con mucho éxito, opera el registro civil, la libertad de cultos y de creencias religiosas y el matrimonio como contrato civil. Son obras juaristas que la derecha conservadora y autoritaria trata de desvirtuar desde que arribó al poder político y económico de México. Y lo hace a través de la escuela y la familia, las más sólidas instituciones que fueron premisas de la Reforma.
He aquí la importancia de que nuestros gobiernos locales se conviertan en celosos guardianes, en salvaguardas del estado laico, que no es otra cosa que el respeto irrestricto a nuestras leyes.
No lo dicen ni lo reconocen los jerarcas católicos; cuando Juárez separó a la iglesia del Estado, solo cumplió aquel mandato de Jesús el hebreo cuando le preguntaron los fariseos por el dueño de la moneda estando en el templo, y respondió: lo de Dios a Dios y lo del César al César. La moneda traía la esfinge del rey romano.
Desde el año 2000 se afiló la espada en un oscuro sótano de Los Pinos para despedazar la obra de Juárez. Le achacan al Benemérito haber firmado el tratado Mc Lane Ocampo en 1859. No aparece su firma en tal acuerdo. Ni el Istmo de Tehuantepec fue abierto para conectar el Océano Pacífico con el Golfo de México: allí está intacto.
Curioso, en vez de ser los mexicanos que se dicen nacionalistas y revolucionarios los que desmintieran tal falso, los franceses y estadounidenses lo aclararon. Nos recuerda a los juaristas, que no fueron mexicanos los que denominaron a Juárez Benemérito de las Américas. Fue el Congreso de Colombia el que lo acordó y aprobó.
Imaginemos hoy a Juárez, enarbolando su razón como única arma ante las estocadas de sus enemigos en el poder.
Veámoslo rebelándose por los aviones manejados a control remoto desde Washington, que sobrevuelan nuestras ciudades, violentando la soberanía nacional bajo la mirada complaciente y alcahuete de nuestro gobierno.
Escuchémoslo decir que la emisión de las ideas por la prensa, debe ser tan libre como es libre en el hombre la facultad de pensar.
Repitamos su premisa de estadista, de que, las acciones de los gobiernos, en sus diferentes niveles, deben ser independientes de las prácticas religiosas, y que entre ambas instituciones debe existir solamente el mutuo respeto y que solo deben parecerse en que las dos se sujetan al imperio de las leyes.
Evoquemos su diminuta figura en su rústica oficina presidencial, con las manos en sus mejillas, viendo como se desmoronan los partidos políticos que adoptaron sus ideales como bandera y estatutos.
Que sus prominentes líderes, pragmáticos, buscan ahora el calor que les dio el pueblo en el regazo de los conservadores, dueños temporales del México que fue escenario de grandes y emancipadoras epopeyas, que han parido mujeres y hombres que tienen reconocimiento mundial.
Volvería a morir de vergüenza Juárez, hoy en el festejo de su nacimiento, al ver que los planes y programas de estudio son sesgados para desvirtuar su obra, solapados sus detractores por corruptos líderes de los educadores, que solo buscan el confort y el apapacho de los poderosos dueños de vidas y riquezas.
No. Desde esta palestra, los masones por mi voz se pronuncian contra esa intentona y exhortamos a nuestras autoridades, a que retomen los postulados y dogmas de Juárez, que tanto brillo, éxito y grandezas le han dado al pueblo de México.
Le reconocemos el gesto a los miembros de Cabildo aquí presentes, de inspirarse en el mural que es fondo y forma del recinto donde toman las decisiones trascendentales para nuestro municipio. Allí esta Juárez y otros brillantes masones.
Recordemos siempre que entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.
Es cuánto.